martes, 12 de febrero de 2008

El amor en los tiempos del cine

Hace unas semanas fui a ver la versión cinematográfica de la magnífica obra de Gabriel García Márquez: "El amor en los tiempos del cólera". La primera vez que la vi (la he visto dos veces), debido a que soy un gran admirador del mencionado escritor, tengo que aceptar -por su gran fidelidad a la obra- que me gustó. Encontré varias situaciones que había leído en el libro, así que fue fácil identificarme con ella.
Sin embargo, la segunda vez la vi con ojos más críticos, y aunque aún no soy un experto en la crítica cinematográfica, pues debo decir que la película pudo hacerse mejor.
Posteo a continuación una columna publicada hoy en el diario Correo, y con cuya opinión me identifico. Creo que en resumen, la película no es mala. El problema es que la obra es demasiado buena como para adaptarla al cine. :P

Mención aparte: Lo único que detesté de la película fue las canciones de Shakira.

Enjoy!

El amor en los tiempos del cine (Diario Correo / 12 de febrero de 2008)
Admirado maestro don Gabriel García Márquez. (Bogotá, Cartagena, La Habana, Ciudad de México... donde quiera que esté): Sería necio afirmar que no lo conozco personalmente porque no hay nada tan personal como su obra y la conozco desde que El Coronel... y sus primeros cuentos llegaron al Perú, mucho antes de Cien años de soledad. Fui de los primeros en la cola de la librería cuando llegó El amor en los tiempos del cólera y de los primeros en la cola del cine cuando se estrenó en Lima, hace dos semanas, la película que felizmente conserva el nombre de la novela. Suficiente para decir de mi antigua admiración y renovado aprecio que siento por esa obra. Con tales títulos me permito, don Gabriel, ejercer por una vez el oficio de crítico de cine, aquel que con asiduidad e ingenio practicó durante tantos años en sus crónicas El cine en Bogotá - Estrenos de la semana. Primero, mis quejas sobre la película. La primera y más grave: ¿sería usted capaz, don Gabo (si me autoriza la osadía) de leer íntegramente una novela de García Márquez en inglés? ¿No la encontraría distante, ajena, postiza? Es la sensación que mantuve a lo largo de casi toda la película. Como si estuviéramos escuchando una ópera de Mozart, pero con música de zarzuela. Segunda queja: Florentino Ariza es interpretado por dos excelentes actores que marcan la diferencia de edades entre el violinista del parquecito de Los Evangelios y el anciano presidente de la naviera que lo llevará en el alucinante viaje de amor bajo bandera amarilla. En cambio, Fermina Daza no consigue engañarnos: la misma actriz, una chiquilla casi adolescente que apenas se atreve a contestar miradas furtivas, cartas apasionadas o serenatas de violín en el que sólo suenan notas de amor, termina siendo una falsa anciana que descubre el verdadero amor de toda su vida... con un maquillaje y un “envejecimiento” que apenas consiste en dudosas canas plateadas y algunas arrugas que no mitigan su porfiada juventud. Perdone, don Gabo, que mi impertinente audacia pretenda una calificación en porcentajes: tengo la impresión de que la película no alcanza a rescatar más que un 40 por ciento del encanto de la novela, no más. Se dirá en descargo del productor y los actores que es sumamente difícil –tal vez imposible– exponer en la pantalla el complejo laberinto de los amantes, la frustración, los amores incomprendidos, la agonía de las distancias que apenas amortiguan los telegramas... Difícil sino imposible mostrar en imágenes el “candor” con el que Florentino Ariza ofreció su “virginidad” de medio siglo a una Fermina Daza que a duras penas podía comprender su propio desperdicio... No culpemos, maestro Gabo, a los productores, director, guionistas, actores y sin duda competente plantel que hizo la película. Parece que los sentimientos humanos siguen siendo recónditos: exclusividad de escritores y poetas capaces de descubrirlos e interpretarlos, pero esquivos a los lentes y las cámaras, de cualquier género, que sólo perciben exteriores. Seamos benévolos y conformémonos con ese 40% de los encantos, sin desencantarnos quienes aún poseemos su libro, en el anaquel y en la memoria. Reciba un atento y cordial abrazo de un viejo lector.

1 comentarios:

Karlitox dijo...

Holas,

Suelo ser de los que no me gusta ver las adapciones de Libros, sobre todo de los que tanto me gustaron y gustan aun, al cine, pues he tenido cada decepción y es por eso que no fui a ver El amor en los tiempos del cólera y es casi seguro de que no vaya a verlo. Prefiero quedarme con esa sensación, recuerdo, o como se quiera llamar de la lectura y si es de García Marquez más aun. Prefiero mi propia película, esa que formé en mi cabeza al digerir cada palabra de ese grandioso libro, esa en que Gabo es el director, guionista, editor, director de cámaras, etc. prefiero las mil palabras antes que una imagen, prefiero a "mi" Florentino Ariza y a "mi" Fermina Daza. Espero no estar siendo injusto con las personas que sí disfrutaron de la película, porque tampoco soy una eminencia en Cine ni mucho menos, aunque encarecidamente les recomendaría leer y/o releer el libro porque si la película les gustó el libro les encantará.

Saludos hermanos :)

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