martes, 30 de junio de 2009

De cómo la Wikipedia saltó sus reglas por una buena causa

(Tomado de Microsiervos)

La página de David S. Rodhe en la Wikipedia fue un pequeño campo de batalla en el que nadie sabía muy bien lo que sucedía… hasta hace poco. Mientras los usuarios pugnaban por modificar sus contenidos para informar acerca de su desaparición o posible paradero, el prestigioso periodista del New York Times (ganador de dos premios Pulitzer) permanecía secuestrado por los talibanes en Afganistán. Ahora se ha sabido que el periódico solicitó la ayuda de los responsables de la Wikipedia para “congelar la página” y evitar que se diera notoriedad a su caso, igual que hizo con las agencias de medios, para así poder negociar con los secuestradores restándole importancia mediática al personaje y por tanto al “valor económico” del rehén.
Wikipedia funciona de modo colaborativo, de forma que cualquier persona puede editar sus contenidos. Se puede hacer de forma anónima o con una cuenta registrada; en general tiene más valor y precisión la información de editores veteranos. Un grupo de voluntarios llamado “los bibliotecarios” vela porque no se produzcan discusiones, “guerras de edición” o imprecisiones en la información o carencia de fuentes fiables, algo común en las páginas sobre temas de actualidad. Sólo en casos extremos de problemas gravísimos intervienen administradores con poderes especiales o los propios fundadores del proyecto. Además, todos los cambios que se hacen y deshacen quedan registrados con fecha, hora y autor, de modo que se conoce con precisión el historial de cada artículo.
Durante los más siete meses secuestro de Rodhe, varias personas intentaron modificar su biografía en Wikipedia, pero dichas ediciones eran “revertidas” para que pareciera que nada había sucedido. Ante la insistencia de los editores, los administradores de Wikipedia, que fueron contactados directamente por el New York Times, procedieron a bloquear la página y dejarla “congelada de forma indefinida”, una atípica forma de evitar que fuera manipulada por nadie, pero sin explicar por qué lo habían hecho. Esto va contra las normas y podría haber generado más problemas y discusiones, pero con gran habilidad social consiguieron hacer que el tema pasara casi desapercibido.
El resultado fue que entre el bloqueo en Wikipedia y la carencia de noticias en los medios tradicionales y agencias la figura de David S. Rodhe perdió protagonismo y permitió avanzar en las negociaciones que ponían un precio a su liberación. La historia acabó con final feliz porque tanto Rohde como su traductor consiguieron escapar de sus secuestradores. En un toque de elegancia, el propio Jimmy Wales, uno de los creadores de Wikipedia, fue quien “descongeló” la página al recibir un correo indicando que estaban bien y a salvo.
La historia en cualquier caso encierra otra derivada: por qué a veces ciertos proyectos y empresas se saltan sus propias normas –lo cual es válido tanto para el New York Times como para la Wikipedia– y qué se puede esperar de la forma en que controlan esos “poderes”, o cuándo y por qué volverían a hacerlo en el futuro. Todo el mundo coincide en que en esta ocasión se trataba de “una buena causa”, pero lo que cada organización o empresa considere que es “una buena causa” puede variar mucho según los intereses que haya en juego.

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